Atendiendo junto a las aguas termales...(muerto de calor)

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

Habían ocaciones en las que le gustaba atender en ese lugar, y era cuando podía entrar al agua, pero esa vez de momento no podía, ya que tenía que estar atendiendo con otras cosa como los masajes o manteniendo organisazas las ropas y pidiendo toallas cuando eran necesarias.
Llevaba la parte de arriba del kimono lijeramente abierta, mostrando un poco de su palido torzo de porcelana, aunque no mucho para no ir a ser regañado, pero si estaba totalmente cerrado se cosinaria.
Quiero entrar al agua... pero sin cliente no puedo... que mala suerte... ¿por que me tienen que tocar estas tareas?
Pensaba mientras caminaba con cuidado de no resvalarse, cargando unas toallas por que ya se habían acabado als limpias.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

Abel dudó en seguir a sus compañeros, aquello no le gustaba nada, no porque nunca hubiera estado en un baño, era simplemente porque no le gustaba el ambiente ni todo lo que implica de forma tan sutil como exquisita.

Se había presentado en la embajada holandesa, donde fue bien recibido aunque había sentido una extrañas tensiones que no supo si atribuir a que era muy joven y recién llegado o porque nada más pisar el suelo de madera oscura había bombardeado a los maduros y astutos diplomáticos con preguntas sobre su padre, sobre como se estaba llevando las investigaciones y se habían descubierto algo, esa era su principal preocupación.

Los hombres entraron entre risas, arrastrándolo a pesar de que se resistía, hablando en holandés de forma rápida y algo sinuosa porque ya habían bebido sake.

- Vamos, señor Thunder, ya verá que lo pasa bien.- Claus, uno de los embajadores, colocó una pesada mano sobre el antebrazo del joven de cabellera dorada.

Abel,.con toda la educación que pudo reunir en ese momento, se deshizo de aquellos dedos que le produjeron un escalofrío.- Seguro..-se apartó de ellos cuando vió que se lanzaban de lleno a la piscina principal. Bufó de forma despectiva y se adentró entre las distintas fuentes, buscando intimidad y soledad.

Se detuvo delante de una de ellas. Suspiró, lo cierto es que el viaje lo había agotado, su cuerpo se resentía por los meses pasados en alta mar. Comenzó a quitarse el yukata blanco que les habían dado a la entrada, le había costado horrores desprenderse de sus prendas de corte europeo.

Reveló su cuerpo esbelto, de finas caderas, de musculatura elegante como la un joven potros, las nalgas perfectamente redondas, firmes, que se movieron graciosamente cuando comenzó a adentrarse en las aguas, su entrepierna de rubios rizos se empapó. Alzó mano y se soltó la coleta donde estaban aprisionadas sus hebras de oro, éstas se abrieron como dos alas y sus puntas acariciaron su modesta cintura.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

Vio como entraba un grupo numeroso de huespedes, acercandose a las aguas que habían entrado, hacienod una leve reverencia de bienvenida y dejandoles las toallas para cuando salieran, con el clasico y necesario "si necesitan algo no duden en pedirmelo", pero nadie dijo nada, asi que se alejo.
Iba distraido, pensando en cambiarle a algun compañero la tarea para ir a un lugar mas fresco cuando algo llamo su atencion.
Fijo su mirada en uno de los clientes que había entrado pero se había apartado del grupo. No pudo retener su asombro ya que no recordaba aver visto nunca a nadie con un color de cabello asi, dorado, casi como el sol.
Permanecio unos momentos distraido en el peculiar oclor, suponiendo trataría de un extranjero, pero un huesped era un huesped, asi que se aserco con paso lento, permaneciendo a algunos cuentos pasos mientras se inclinaba para dejar una toalla junto.
-Bienbenido, por favor si necesita algo no dude en pedirmelo.-
Dijo con una sonrisa amable, tratando de no mirar directamente al rubio or respeto, aunque era dificil teníendo un color tan peculiar de cabello, ajeno a lo que el había visto de momento.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

Abel no había escuchado la llegada del joven houkan, había estado ensemismado, observando sus dedos que había sumergido en las aguas, moviéndolos, dejando que trazarn estelas plateadas bajo la superficie como si fueran peces en una arrecife de coral.

Cuando escuchó la voz a su espalda se sobresaltó, dio un paso adelante con puro reflejo, la plande de su piel resbaló en la pulida superficie de piedra de la fuente. Perdió el equilibrio y se hundió con un sonoro chapoteo.

Abrió los azules ojos bajo el agua, tomó impulso y subió, emergiendo al borde la piscina, se apoyó en el borde de la misma, tosiendo, sus cabellos mojados formaron una cortina dorada en torno a su rostro sonrosado.

Notaba sus pulmones ardiendo porque había tragado un poco de agua, sus labios estaban enrojecidos y su esbelto cuerpo se estremecía por sus jadeos.

Alzó la vista para mirar al otro hombre, esperando que se estuviera riendo de él por su torpeza, seguro que un japonés no perdía ocasión para burlarse de un gaijin.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

Tubo que morder su labio inferior para que su risa no fuera tan sonora o notable, tapandose la boca con la amno, trtando de acallar la risa, saliendo quedita, pero algo melodiosa y dulce. No debíade hacer eso, seguro le regañarian.
Se mordio el labio ocn mas fuerza para dejar de reirse.
-lo siento...no debeí reirme, ¿se encuentra bien?-
Se disculpo apenado agachando la vista para despues mirar al joven, quien al pareecer había tragado una buena cantidad de agua.
Se hinco en el borde con cuidado de no resvalar, para poder obserbar mejor al jove, aunque siempre discreto o lo mas posible, esperando su respuesta, y que no fuera a regañarlo.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

Abel trató de asentir con la cabeza pero a continuación torció un poco el gesto con una extraña mueca de dolor.- Tobillo..-musitó, notaba que estaba palpitando de una forma que no debiera.- dolor..-su japonés empeoraba por momentos y más cuando estaba notando aquella punzadas que subian por la pierna de forma intermitente.

Se apoyó en el borde para tomar impulso y salor para examinarse pero cuando el agua dejo de rodear sus caderas, entonces se percató de que estaba desnudo, se dejó caer sin fuerza.- Yo..-miró al joven de forma suplicante.-necesitar..-frunció el ceño y sañaló a las toallas para ver si el houkan le comprendía.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

Tubo que volver a morder su labio para no reirse de nuevo, era algo gracioso el japones, o los intentos mas bien del otro.
Por suerte no le resulto muy dificil entender que necesitaba, sin inmutarse mucho por la desnudes ajenas, sienod houkan era algo a lo que estaba acostumbrado.
Asintio con la cabeza a la peticion, poniendose de pie para ir por una de las toallas y regrezxarse con el rubio, hincandose de nuevo para entregarle la toalla.
-tome.-
Repsondio mientras se la entregaba con una sonrisa gentil.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

Abel la tomó entre sus dedos, miró la toalla, miró al houkan y de nuevo a la toalla. No estaba acostumbrado a desnudarse delante de otras personas, se hecho esa había sido una de las razones porque se había molestado el que los demás embajadores propusieran venir a aquel lugar. Su difunta esposa siempre le había dicho, entre risas, que era demasiado tímido para algunas cosas.

- Tú poder..-suspiró, necesitaba más clases de japonés.- tu poder darte vuelta..-mp quería que viera su íntegra desnudez cuando saliera de la fuente, ahora solo se veía su torso, sus rozados pezones y sus abdominales, finamente marcados.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

Asintio con la cabeza, le daba algo de "ternura" la timides agena, poniendose de pie mientras se daba la vuelta, dandole la espalda.
-no se preocupe, prometo no mirar.-
Prometio aguantandose la risa, hablando lento pero no exagerando, solo para que a el rubio no se le complicara entenderle, parecia no tener mucha experiencia manejando el idioma.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

Abel apreció como lo finos hombros debajo del yukata se agiaban de forma inequívoca, suspiró, era eviente que el joven se estaba riendo de su situación y de su poca experiencia manejando el japonés. Pero no era nada sencillo cuando llegabas a un país con una cultura y una lengua tan radicalmente distinta a la tuya.

Tómo el liendo entre sus dedos, fue saliendo poco a poco de la piscina, rodeóa sus filosos y estrechas caderas con él, su largo cabello dorado se pegó a su espladas, adhiriéndose a la tersa piel que brillaba por las gotas de agua que descendía por ella.

- Ya estar..-alzó unos dedos y comenzó a pasarlos por la cabellera, tratando de desenredarla, le desesperaba que las puntas se hicieran nudos. No era un hombre vanidoso pero admitía que aquel manto de oro, heredado de su madre, era uno de sus orgulllos.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

En cuanto escucho la indicacion se volteo con lentitud, obserbando tranquilamente al rubio.
No podía evitar el sentirse marabillado por el color tan paricular de su cabello, era simplemente un color asombroso.
Noto entonces como se comenzaba a tratar de desenrredar su cabello, en eso podría ayudarle y asi quiza remediar su mala educacion al reirse.
-¿me permitiria ayudarle? me encantría poder desenrredar tan hermoso cabello.-
Dijo educadamente sin mirar al otro directamente por respeto, con la mirada levemente inclinada.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

Abel alzó la vista y sus ojos azules se posaron el delicado rostro del joven, lo estudió y luego apartó la mirada para que no se sintiera cohibido. Al contrario que los occidentales, los japoneses no solían mirar de frnete a menos que fuera una persona de su mismo rango o familiar. Les parecía una forma de invadir la intimidad de la otra persona, una falta de respeto.

- Si..por favor.-ya se estaba comenzado a desesperar. Miró en torno suyo y se dirigió a una banca para sentarse. puesto que era un hombre alto.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

-muchas gracias.-
Respondio con una hermosa sonrisa, siguiendo al rubio hasta la banca, donde lo dejo mientras el entraba a buscar un cepillo o peine.
Salió despues de unos minutos con un cepillo en mano, parandose detras del mayor ara comenzar su tarea.
Comenzó entonces a desenredar el cabello dorado con total delicadesa, tomando con su mano un mechon para desenredarlo mas facil y de paso para aprobechar el tocar aquel cabello que se le había echo tan curioso., cuidando de no ir a lastimar el cabello ni ir a jalarlo.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

Abel echó la cabeza hacia atrás, entreabrió los rosados labios y un suspiro de placer manó de ellos de forma tenue, aleteante. Cerró los ojos, se estaba quedando adormilado por el suave contacto, por aquellos dedos que se colaban entre las doradas hebras. Ya ni recordaba cuando había sido la última vez que alguien le cepillaba la hermosa cabellera.

Había sido..,se llevó una mano al pecho, sí..su difuna esposa disfrutaba peinándolo después de hacer el amor, cuando la tenía acurrucada contra su largo y marcado cuerpo. Apretó los dientes, pero ella no estaba en este mundo, ya no volvería a decirle a aquelles bellas palabras ni a buscar su boca con sus labios dulces.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

Continuaba cepillando el cabello dorado totalmente admirado, hipnotisado de alguna forma por la bellesa de este.
No le cabía duda de que el joven cliente lo tenía bien cuidado, seria terrible que tan hermoso cabello estubiera en malas condiciones.
Cada cuando, pasaba algo distraido sus dedos por el cabello ya desenrredado, mientras continuaba cepillandolo con exptremo cuidado.

Despues de unos minutos termino su tarea, guardando el cepillo de mientras dentro de su kimono.
-ya esta listo.-
Comento separandose un poco por respeto o costumbre, pasando sus dedos suabemente una vez mas por el cabello antes de separarse.
-¿desea algo mas?-
Pregunto amablemente al rubio con una sonrisa.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

Abel inclinó la cabeza, la cabellera bien peinada estaba reluciendo con luz propia, por unos segundose se sintió transportado a otro momento más feliz de su vida pero cuando el joven habló, su masculina pero suave voz lo trajo de regreso a la realidad, un leve gemido de dolor se escapó de sus labios de forma inconsciente. Su cuerpo se dobló hacia delante, su mano se apoyó en su pecho, su corazón parecía haberse enfriando dentro de él.

De pronto sentía frío, mucho a fría a pesar del carlor reinante, sus largos brazos se alzaron y se rodeó a si mismo, se sintió estúpido por aquel acceso de debilidad pero el hecho de que aquel joven lo peinara de esa forma tan delicada y tierna, lo había emocionado de manera inesperada.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

Le extraño el repentino cambio. De un momento a otro el joven parecia triste, y hasta algo adolorido.
-¿se...se encuentra bien?-
Pregunto algo temeroso. No por sentir que había echo algo mal y ahora sintiera que iba a ser regañado. Le preocupaba ver repentinamente tan triste al otro, si entender que sucedia.
Intintivamente apoyo quedamente una mano en el hombro de este, un poco hacia la espalda como si quisiera animarlo o reconfortarlo, pero cuando se dio cuenta la aparto con cuidado por si lo estaba incomodando.

No se sentia bien al ver a alguien tan triste, pero no sabía que hacer, su cabeza y racionalidad le decia una cosa y sus instintos y reflejos otra.
-se ve muy triste...¿no hay como pueda ayudarle?-
Pregunto timidamente mientras se incaba frente a el, tratando de ver su rostro desde esta posicion. Viendose ahora en su rostro algo de preocupacion verdadera, no era solo cordialidad para con el otro.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

Abel estaba respirando de forma entrecortada, tenía el ceño fruncido, los recuerdos se abatán sobre él uno tra sotro, un año entero muy enfermo, queriendo morir y sin tener ganas de seguir adelante, todo parecía haberle pasado un precio muy alto, demasiaod costoso.

- Yo..--susurró con voz ronca, se sentía débil frágil, estaba en un país que no era el suyo, solo, completamente solo. Se fue inclinando hacia delante, sus brazos redearon al joven y apoyó la tersa frente en uno de sus hombre, estaba tembando sin percatarse de ello.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

Su preocupacion aumento cuando el joven de cabello dorado se apoyo en el y sus brazos le rodearon, permitiendole aquella sercania sentir como temblaba su cuerpo.
En ese momento dejo de lado su 'mentalidad' de houkan y no penso si quiera en el costo que le costaria ser imprudente, de momento no le importaba.
Paso sus brazos al rededor del cuerpo ajeno, abrazandolo de manera tierna quiza, o reconfortante tambien.
-no se preocupe...yo le ayudare si me da permiso.-
Murmuro con voz suabe y amable, sin soltarlo del abrazo, aun hincado frente al otro.

Médico Cantidad de envíos : 34 Fecha de inscripción : 06/05/2008

El joven de largos cabellos no respondió, estaba tratando de controlar aquel acceso de emoción, había creído que despues de un año todo estaría olvidado, controlado, que no sufriría por los recuerdos. Pero era mentira lo que decían algunas personas que evocar a las personas amadas que ya no estaba era un dolor dulce, para él simplemten era dolor, sufrimiento y eso perjudicaba su delicada salud.

Suspiró con mucha fuerza, se avergonzaba de su estallido, de sobra sabía que los japoneses no eran amigos de este tipo de desmotraciones en público y menos que fuera un extrajento quien las realizara.

De fondo podía escuchar los gritos y canciones de sus compañeros de embajada, suponía que ya estarían medios borrachos, chapoteando en las aguas termales como unos niños grandes.

- Lo..yo..yo sentir..-susurró, se fue separando poco a poco, no se había percatado de cuanto necesitaba que alguien lo tocara o tuviera algún gesto de atención con él aunque fuera otro hombre.

Houkan Cantidad de envíos : 67 Fecha de inscripción : 02/05/2008

-no se preocupe, no hay problema.-
Respondió calidamente mientras obserbaba amable al mayor con su unico ojo azul, manteniendo el otro oculto bajo el parche y su cabello.
Permanecio unos instantes mas hincado en el piso delante del rubio antes de pararse con cuidado y sentarse al lado de este, mirando al frente nada en particular. Permanecia en silencio, no sabía que hacer para alegrar al otro, no sentia que con cualquier sevicio de los que el daba pudiera ayudarle, siempre eran cosas muy superficiales al final.
Ahora esperaba en silencio nada en particular, jugeteando con su trenza de cabello, paseando esta entre sus dedos.

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