Caminaba por las calles desiertas, disfrutando de la suave briza que soplaba como despedida de la noche, desde pequeño tenía la costumbre de salir a caminar antes de que amaneciera, le ayudaba a relajarse y estar de buen humor todo el día.
Pasó por el puente y noto como el sol comenzaba a salir, así que decidió recargarse en el barandal, viendo como los colores se mezclaban en el cielo, absorto en tan bella escena.